¿Cómo influyen tus pensamientos y emociones en tu aspecto físico?

Descubre cómo, al mirar en tu interior, puedes encontrar la solución definitiva a tus problemas de sobrepeso, sedentarismo, ansiedad y malos hábitos alimenticios.

La historia se repite. Ha llegado de nuevo una ocasión especial (tu aniversario, la fiesta de fin de año en tu trabajo, el grado de uno de tus hijos). Planeas con anticipación cómo quieres lucir y encuentras un vestido divino; pero no te gusta para nada como te queda y te sientes frustrada y triste. Entonces, llega tu mejor amiga al rescate. Te recomienda unos batidos milagrosos que la llevaron a perder 10 kilos en dos semanas. ¡No lo dudas ni un momento! Sabes que tal vez no es la opción más saludable, que tendrás que sacrificarte aguantando un poco de hambre y privándote de esos dulces que tanto te gustan; pero te dices que cuando alcances tu peso ideal, vas a empezar a comer mejor y hacer ejercicio, y así mantendrás los resultados obtenidos.

Llegó el día de la fiesta y lo lograste: el vestido te quedó precioso y todos te felicitaron por tu esbelta figura. Sin embargo, como ya ha ocurrido antes, luego de unas semanas recuperaste el peso perdido. Es más ¡descubres que tienes más kilos que antes de hacer esa dieta milagrosa! No puedes evitar la depresión y la tristeza, y entonces recurres a eso que siempre te levanta el ánimo cuando te sientes mal: tus amados dulces. Pero cada vez que te miras al espejo vuelve la infelicidad y la decepción; te sientes culpable, dolida y frustrada porque no sabes cómo salir de ese círculo vicioso que tanto te agobia.

Si has vivido una situación similar a la que te acabo de describir; si llevas muchos años (probablemente toda tu vida) luchando con el sobrepeso; si ya sabes qué debes hacer para adelgazar de forma saludable, pero no encuentras la motivación para realizar los cambios necesarios. Entonces llegó el momento de dejar de enfocarte en tu exterior y dirigir toda tu atención a tu mente y tu corazón.

Tu cuerpo y tus hábitos son el resultado de lo que piensas y sientes

Que nuestros pensamientos y emociones crean nuestra realidad, es una verdad que probablemente ya has escuchado antes. Pero si llevas mucho tiempo luchando con el sobrepeso, la ansiedad y el efecto rebote, significa que aún no has comprendido cómo puedes poner tu mente a tu favor para lograr los cambios que quieres. No te preocupes, yo sé que no es fácil. Yo pasé una gran parte de mi vida sintiéndome inconforme con mi cuerpo, pues lograba cambios en mi aspecto físico pero no podía mantenerlos. Fue solamente cuando aprendí a conectarme con mi ser, y a controlar mis pensamientos y emociones, que logré los resultados que había estado buscando durante tanto tiempo. Fue gracias a ese proceso de búsqueda, de aciertos y fracasos, que logré comprender cuál es la verdadera fórmula del éxito para resultados sostenibles:

50% mentalidad + 25% nutrición + 25% ejercicio

Pero, ¿por qué lo que crees y sientes es tan importante y determina el rumbo de tu vida? En primer lugar, debo aclarar que no hablo solamente de lo que nos enseñan los libros de autoayuda: tener pensamientos positivos y visualizar lo que queremos ser o tener. Todo eso es muy válido y sé por experiencia que funciona. Pero más allá de pensar de forma positiva y visualizar, lo fundamental, lo que verdaderamente marcará una diferencia para ti, es tu nivel de consciencia.

Durante el día nuestra mente crea miles de pensamientos. Muchos de ellos son necesarios y beneficiosos, pues nos ayudan a analizar situaciones, recordar eventos importantes o desempeñarnos adecuadamente en labores cotidianas como nuestro trabajo. Pero una buena cantidad de estos pensamientos no son tan útiles. ¿Te ha pasado que tienes una pelea con tu pareja y después de horas todavía sigues reviviendo en tu mente lo sucedido, quejándote, imaginando lo que te faltó decir para ganar la discusión? Estos pensamientos suelen ser repetitivos e inútiles, pues no los fabricas desde un nivel elevado de consciencia, no tienen el objetivo de buscar una solución. Solamente los dejas que inunden tu mente y, de paso, afecten tus emociones. Es por eso que puede pasar mucho tiempo y aunque esa persona te hable en tono conciliador y quiera dejar atrás el problema, tú seguirás molesta y repitiendo lo que hiciste y dijiste en esa primera pelea.

Esto nos pasa cuando vivimos en “piloto automático”, cuando actuamos solo desde el impulso, la emoción y los pensamientos no observados.

Ahora bien, piensa cómo este vivir sin consciencia, sin observar tus pensamientos y emociones, se relaciona con tu forma de comer. Ya sabes que los dulces son un problema para ti, que si quieres estar saludable y delgada debes alejarte de los alimentos procesados y con exceso de azúcar. Pero entonces, ¿Cómo es que fuiste a comprar solo un café y lo terminaste acompañando con dos donas rellenas de caramelo y chocolate? Permitiste que una idea tomará el control y te dejaste llevar por tus emociones. Cuando tu parte racional retomó las riendas de tu mente ya era demasiado tarde, ya habías roto tu propósito. Detrás de este comportamiento impulsivo, se esconden una o varias creencias que están afectando tu fuerza de voluntad y tu capacidad de tomar decisiones acertadas. Estas creencias pueden hacer que te digas cosas como:

“El dulce me produce mucho placer. Por eso es la solución más fácil y rápida cuando me siento mal”.

“Cuando era niña mi padre me daba muchas golosinas porque me amaba, así que si las sigo comiendo seguiré recibiendo el amor que necesito”.

Si estás dominada por creencias como las que te pongo de ejemplo, es posible que no te las estés diciendo “en voz alta”. Es más, probablemente ni siquiera sabes que las tienes. Pero habitan en algún lugar de tu mente y hasta que no identifiques estas creencias y las transformes, no verás los cambios que quieres en tu cuerpo y en tu vida. Así mismo, es necesario que aprendas a afrontar tus emociones para que no te manipulen y te lleven a actuar de forma irracional. La clave no está en buscar sentirnos bien todo el tiempo, en forzarnos a vivir con una sonrisa permanente. Todas las emociones, las positivas y las negativas, forman parte de nuestra condición humana. La clave de nuestra felicidad y nuestro éxito es saber manejarlas, equilibrarlas y, lo más importante, convertirlas en nuestra guía para saber qué debemos cambiar, dónde nos encontramos y a dónde queremos llegar.

Define tus metas analizando tu estado interior

Ahora que hemos comprendido cómo influyen en nuestro peso y en nuestros hábitos las creencias y las emociones, es fundamental que redefinas tus metas. Por supuesto que es importante plantearse objetivos relacionados con tu peso, tus medidas, tu composición corporal y tu condición metabólica. Pero como lo explico en un artículo sobre cuáles son los primeros pasos que debes dar para ser fit, es indispensable que también definas unas metas emocionales, que sepas cómo te quieres sentir cuando alcances tus propósitos.

La clave para lograr resultados sostenibles es decidir qué queremos pensar y qué emociones queremos experimentar.

No busques solo perder 15 kilos o tener un abdomen plano y marcado; busca también que la motivación y la fuerza de voluntad sean un rasgo permanente de tu personalidad, para que con el tiempo logres mantener sin esfuerzo hábitos como el ejercicio y el consumo de alimentos saludables. Si quieres volver a usar ese vestido hermoso que compraste hace un par de años, visualízate con él puesto; pero acompaña esa visión con una emoción agradable: imagina que te sientes segura; que sientes por ti un amor inmenso cuando te miras al espejo; que sin importar lo que lleves puesto o si tu peso varía un poco, crees que eres valiosa y que mereces ser amada sin condiciones.

Pero antes de que llegues a un estado en el que te sientas tan bien contigo misma y tengas creencias tan positivas, debes pasar por una etapa que puede ser muy difícil: analizar qué crees y cómo te sientes ahora. Por lo menos para mí ese ejercicio de reflexión y autoevaluación fue muy complejo. En mi sistema de creencias había ideas como:

* Estoy muy gorda.
* Nada me queda bueno.
* Nadie me va a querer así, estando tan gorda.
* Parezco una bola, qué cachetes tengo, me salió hasta papada.
* Mejor no salgo de mi casa, me da pena que me vean así.

Y ni qué decir de mis emociones. Descubrí que todo el tiempo me acompañaban la depresión, la frustración, la tristeza, el estrés, la decepción…

¿Te identificas con uno o varios de los puntos anteriores? ¿Crees que tu lista podría ser mucho más larga? Bueno, antes de sentarte a pensar y a escribir, es importante que cuentes con un apoyo que te permita profundizar al máximo en tu ser y, sobre todo, que te guíe para que sepas qué hacer con toda esa información. No se trata de que, al darte cuenta de las ideas negativas que tienes sobre ti misma, quedes más decaída y desanimada de lo que estabas antes.

Afortunadamente existen varias técnicas y herramientas que pueden ayudarte para que, además de analizar tu interior, logres cambiar de mentalidad y elevar tu nivel de consciencia.

En mi labor como fitness coach he logrado diseñar y aplicar con éxito varias estrategias para trabajar con la mente y con los sentimientos. Las mujeres que han seguido mis consejos a través de mis redes sociales y de mis asesorías grupales y personalizadas, no solo han conseguido perder peso y medidas; también han logrado el objetivo de sentirse mejor con ellas mismas y mantener en el tiempo nuevos hábitos saludables.

Mi sueño ahora es compartir estas técnicas y herramientas con muchas más mujeres como tú. Quiero que alcances de una vez y para siempre una transformación integral de cuerpo, mente y ser; que dejes atrás la ansiedad, los atracones, el efecto rebote, y todos los problemas que estas malas prácticas provocan en tu salud física, mental y emocional.

Por eso he creado el Reto Renace Fit, un desafío de 5 días donde a través de consejos, rituales y herramientas prácticas, te ayudaré a renacer con un nuevo estilo de vida saludable. Con este reto lograrás:

* Identificar tus creencias limitantes y reprogramar tu mente para cambiar estas ideas por otras más provechosas para tu vida.
* Recuperar el control de tus emociones y aprender a utilizarlas para tu beneficio.
* Definir tus metas físicas y emocionales y trazar tu mapa hacia el éxito.
* Enamorarte del estilo de vida fit, la actividad física y la alimentación saludable.
* Comenzar a perder peso y medidas sin sacrificios y sin efecto rebote.
* Sentirte feliz, motivada, empoderada y llena de energía.

Son solo 6 días en los cuales encontrarás la orientación que has estado buscando durante tanto tiempo. 6 días en los que puedes cambiar el resto de tu vida, comenzar a sentirte a gusto con tu cuerpo, aumentar tu autoestima y tener solo pensamientos amorosos cuando te mires al espejo.

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